¿Consideras que tienes la habilidad para trabajar en equipo?
Tal vez puedas responder que si, pero al ir más allá y ser consciente de tu respuesta, te darás cuenta que esto del trabajo en equipo no es tan fácil. Son varias las competencias sociales que se deben tener, para que el trabajo en equipo, realmente, de los frutos esperados.

Empatía, escucha generosa y confianza son tan sólo algunas de las competencias que deben practicarse, a la hora de trabajar en equipo. ¿A que se refiere cada una de ellas?

Más abajo, te dejamos estas 3 competencias, para que las lleves a la práctica en el área de la vida que consideres importante y necesario.

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EMPATÍA: Se refiere a la habilidad de ‘ponerse en los zapatos del otro’. Una persona empática comprende, tolera y respeta a la o las personas con las que debe relacionarse. Esta habilidad le permite a una persona establecer relaciones armónicas y que en un contexto laboral, pueden generar un trabajo en equipo óptimo.

ESCUCHA GENEROSA: ¿has experimentado qué hay personas que te escuchan con mayor atención que otras? ¿Has experimentado ‘conexión’ con personas que te escuchan? Estas personas que te escuchan con atención y con las cuales experimentas ‘conexión’, están practicando la ‘escucha generosa’, así ellos no sean conscientes de esto.
Hay personas que sin ser conscientes escuchan generosamente, sin embargo, no son la mayoría. Los coaches, por ejemplo, se entrenan en desarrollar esta habilidad.
Desarrollar la habilidad de escuchar generosamente te permite conectarte con el otro y comprender sus fortalezas, intereses y necesidades. Esto, a la hora de trabajar en equipo, resulta muy útil ya que te permite organizar un equipo de trabajo óptimo, que logre las metas propuestas.

CONFIANZA: Se refiere a la habilidad de soltar el control. En muchas ocasiones los equipos de trabajo fallan o fracasan, porque hay una persona que se recarga de trabajo. Y esto, muchas veces, no sucede porque los demás miembros el equipo no se ocupen de sus tareas, sino porque hay un miembro del equipo que no confía en las capacidades de sus compañeros y prefiere tener el control del trabajo.
Desarrollar la habilidad de confiar requiere de trabajo interno, de profundizar en si mismo y ubicar la raíz de la desconfianza en los demás.
Un equipo de trabajo de que cuente con la confianza de unos hacia otros será, sin duda, un equipo exitoso.

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