La palabra imposible es una palabra categórica, que suele tener un impacto brutal en la persona que la dice y normalmente supone e implica un impacto negativo, contrario, y ello, porque suele llevar aparejado que la propia persona se cierra la posibilidad, las puertas, a conseguir algo, a que suceda algo.

Es importante diferenciar entre lo que es imposible y la imposibilidad que proviene de la propia naturaleza, aquello que las leyes de la naturaleza evidentemente manifiesten y digan que es imposible, y lo imposible que proviene de la mente de las personas, de sus propias creencias o falta de ellas.

Para el primer caso, si se trata de cuestiones que realmente provienen de la madre naturaleza, lo que el coach puede hacer, es acompañar al coachee a que explore otras posibles acciones con preguntas como:

  • ¿Qué otras opciones son las que tienes?
  • ¿Qué otras alternativas puedes disponer para conseguir aquello que deseas?

Ahora bien, si se está ante la segunda opción en la que ese imposible proviene de la creencia del coachee, el coach en este caso ha de hacer un acompañamiento más intenso a través de preguntas como:

  • Imposible ¿para quién? y ¿posible para quién?
  • ¿Qué cosas has hecho en tu vida que en principio te resultaban imposibles?
  • ¿Quién eres tú desde el imposible? Ahora bien ¿quién eres tú desde lo posible?
  • ¿Tú dónde quieres o te mereces estar?
  • ¿Realmente qué es lo que es imposible?
  • ¿Qué hechos demuestran que eso es imposible?
  • ¿Qué hechos demostrarían que quizás eso sí sea posible?
  • Y si fuera posible para alguien, ¿para quién sería?
  • ¿Qué tienes de diferente a esa persona?
  • ¿Qué puedes modelar de esa persona para volver lo imposible a posible?
  • Y si realmente fuera posible ¿qué es lo primero que harías mañana?, y ¿qué es lo que te impide aun así hacer eso mañana?
  • Y, por último, se puede invitar al coachee a que se permita visualizarse a sí mismo consiguiendo eso que quiere y que a priori dice que es imposible, que se visualice, que disfrute de ese momento y cuando esté conectado, hacerle preguntas que le permitan hacer una descripción de cómo ha llegado ese momento. Preguntas tales como
  • ¿Qué es lo que te ha llevado a conseguir esto incluso?
  • ¿Qué es lo que hiciste previamente a esto último que has dicho?
En numerosas ocasiones, lo imposible está tan solo en la mente del coachee y la labor del coach es acompañar al primero, para que esa imposibilidad se convierta en posibilidad.