“No es lo importante hacerse preguntas transcendentales y dinamizadoras para el cambio, sino encontrar el espacio para responderlas”

Tiempo llevamos hablando, escuchando y acercándonos al mundo del coaching, y cada vez más nos llegan consultas y preguntas sobre qué curso de coaching hacer, sobre qué es lo que se hace y se ve en un curso de coaching, qué criterios seguir para acceder a la elección adecuada, etc, y cierto es que por fortuna, ya no son tantas las preguntas acerca de lo que es y no es coaching como ocurría hasta hace bien poco (¡vamos creciendo y avanzando!). Vamos creciendo en difusión, en promoción, en número, en resultados, en acompañamientos a empresas y a personas, y eso conlleva que cada vez sea mayor la demanda por este apasionante mundo del coaching y del desarrollo personal y profesional en general.

Es en este punto donde el aumento de la oferta se ha hecho muy importante y variada, así como las asociaciones que en torno al coaching comienzan a formarse con el espíritu de aportar su granito de arena en tal crecimiento, contando actualmente con un abanico amplísimo de posibilidades formativas en este sentido. Si bien es una opinión, nuestro parecer (tanto el mío personal como el del equipo que conformamos Efic -Escuela de Formación Integral en Coaching-) en cuanto a qué ha de reunir una buena formación en coaching, o respondiendo a ¿qué hay detrás del mejor curso de coaching?, nos llevaría a destacar algunas cuestiones imprescindibles y muy valoradas por las personas que culminan con éxito dicha andadura y que con posterioridad nos lo transmiten.

Entre ellas y siendo conscientes de que habría más cuestiones para tener en cuenta, podemos destacar:

1.- El mejor curso de coaching ha de suponer una invitación al trabajo personal-profesional del alumno, del participante, es decir, ha de llevar implícito un proceso de cambio y transformación (voluntario y opcional) por parte de la persona que comienza su inmersión en este ámbito, puesto que las aportaciones y enriquecimientos que podrá adquirir en primera persona serán un valor añadido que le perdurarán para siempre, y que en muchos de los casos supone un hito novedoso en su tránsito vital.

“No hay mejor regalo que el que uno quiera y/o permita darse a sí mismo”

En este sentido siempre decimos que nunca es tarde para hacernos preguntas acerca de uno mismo que requerirán un profundo proceso de reflexión, e incluso escuchamos a alumnos y participantes decirnos que esas preguntas ya se las han hecho alguna vez.

Ahora bien… ¿hemos obtenido las respuestas a las mismas?…  el reto no es hacérselas, sino RESPONDÉRSELAS.

“No es lo importante hacerse preguntas transcendentales y dinamizadoras para el cambio, sino encontrar el espacio para responderlas”

2.- El mejor curso de coaching ha de aportar herramientas de autogestión y de gestión (hacia fuera) que faciliten al alumno o participante una “vida mejor” (entendida esta vida mejor, bajo el criterio de aquél), tanto en su esfera personal como profesional, de forma que su paso por el ciclo formativo y de transformación sea como aquél que entrando en un “hipermercado” va haciendo acopio de “víveres” en su cesta vital, los cuáles no sólo le podrán ayudar a sobrevivir y a subsistir, sino que le permitirán hacer de su vida personal o profesional, aquello que siempre ha deseado.

3.- El mejor curso de coaching ha de facilitar una formación y experiencia solvente, segura y profesional al participante en el ejercicio del coaching, con el objeto de que, si así lo desea, pueda desempeñar el rol de Coach Profesional, cobrar por ello y poder acreditarse por las asociaciones más importantes y de más prestigio a nivel nacional e internacional de coaching (especialmente por la International Coach Federation –ICF- y por la Asociación Española de Coaching, -ASESCO-).

En relación a las certificaciones o acreditaciones dentro del mundo del coaching, el hecho de poder certificarse por alguna asociación de coaching de prestigio, le aportará sobre todo una tarjeta de presentación ante futuros y potenciales clientes cada vez más necesaria e imprescindible (sobre todo en el mundo empresarial), ya que ante la amplia oferta de coaching existente, los clientes suelen optar como criterio de elección (más allá del conocimiento personal o el “boca oreja”) por el Currículum Vitae del coach, y en este adquiere una importancia vital el centro donde obtuvo su formación en coaching así como la asociación de la que forma parte, ya que eso supone haber pasado por los estándares de calidad de la propia asociación. Esto último no quiere decir que todos los coaches que estén asociados a alguna asociación de coaching sean “buenos” y los que no lo estén, sean “menos buenos”. En absoluto, y de hecho hay grandes coaches que no pertenecen a ninguna asociación. Lo que sí es cierto es que estar certificado/a por una asociación, bien una escuela, bien un o una coach, implica que ha pasado por varios filtros que evalúan su capacitación y es un factor más que aporta quizás una mayor garantía de solvencia.

Y, por otra parte, para alguien que ha de tomar una decisión sobre la elección de un coach o empresa de coaching, y defenderla, ante, por ejemplo, una dirección general o consejo de administración, todo respaldo a la misma será un factor determinante, y el hecho de poder presentar credenciales de los coaches que participarán en el proceso lo es.

 

4.- Otro factor crucial y muy a tener en cuenta es el nivel del profesorado (será valioso optar por “beber” de diversas fuentes doctrinales, con experiencias contrastadas y solvencia vía certificaciones), especialmente por su repercusión en la formación

 

5.- Otros criterios a considerar son la cercanía de la propia escuela o centro formativo (no tanto física como human) así como su trayectoria, historia y experiencia, los testimonios de antiguos alumnos y su grado de satisfacción, la madurez del programa formativo, la flexibilidad y la variedad de opciones presentadas (físicas como virtuales), los servicios post – formación, el equipo humano o estructura que esté detrás y que le permita dar un servicio adecuado, la orientación a la experiencia alumno, etc.

Todo encaminado a elegir el mejor curso de coaching.

 

Pedro Marcos

Coach MCC (ICF) y CPS (ASESCO)

Socio-director Efic (Escuela Formación Integral en Coaching)

Director del “Curso Experto Internacional en Coaching Ejecutivo y Personal, nivel Excellent”