¿Por qué trabajar con Creencias en Coaching de alto impacto?
Cuando hablamos de Creencias, estamos hablando transformación profunda de la persona. Si actuamos sólo como coaches a nivel de comportamiento, el impacto en la persona es muy pequeño y superficial. Si trabajamos las creencias que están soportando dichos comportamientos, el impacto en su vida será sostenible y duradero.
¿Os acordáis de los niveles neurológicos de Robert Dilts? Os invito a repasarlos, porque dan mucha luz sobre el trabajo que podemos realizar como coaches de alto impacto.
Basándonos en esta pirámide, partimos del supuesto de que cuanto más arriba de la pirámide trabajemos, en más niveles podemos provocar cambios. De manera que, si trabajamos a nivel de ambiente o comportamientos (niveles 1 y 2), sólo provocaremos transformación en esos niveles. Pero si queremos que el cliente perciba cambios profundos, duraderos y generalizables a diferentes partes de su vida, debemos ayudar a dicho cliente a trabajar en niveles más elevados de su pirámide; es decir, si trabajamos a nivel creencias y valores (niveles 4 y 5), en cascada, se pueden conseguir cambiar todos los niveles inferiores.
En tal caso, el cambio de comportamiento, se deberá a un cambio de creencias, más profundo, con mayor sentido.
¿acaso el ser humano no está siempre buscando sentido?
Pongamos un ejemplo:
Si una persona quiere perder 15 Kg de peso, puedo retarle a poner un plan de acción para este objetivo, de manera que decida ir 3 días a la semana al gimnasio y someterse a un régimen de adelgazamiento.
¿cuánto tiempo durará este cambio de comportamiento?
Pero si trabajo con el cliente las creencias subyacentes, el cambio de comportamiento sólo será una pequeña parte de este cambio, más general. Es decir, si la persona trabaja sobre el concepto de salud, de cómo estar sano, de cómo estar más sano le va a permitir una serie de ventajas en su vida (sentirse mejor, estar más activo, anímicamente mejor, más fuerte, más preparado para hacer mayores esfuerzos físicos,…..), la pérdida de peso será un comportamiento más, fruto de ese cambio de creencias. Caminará su relación consigo mismo, con la comida, con su entorno, con el ejercicio,…. Además, se puede permitir hacer algún tipo de ejercicio acorde con su sistema de vida, que le permita disfrutar. (Por ejemplo, un cliente puede no sentirse muy atraído por el gimnasio, pero sí por jugar con sus hijos, pasear con su pareja, practicar un ejercicio al aire libre, volver a jugar al tenis con sus antiguos amigos del barrio…).
¿te parece que este cambio puede ser más duradero, más saludable y más positivo para el cliente?
Os reto a probar el trabajo con creencias; no es fácil, pero el cambio que consiguen los clientes hacia lo que desean ser es enorme y mucho más sostenible; si trabajamos a nivel de creencias, nosotros, como coaches, podemos estar seguros de que nuestro trabajo tiene también un sentido más profundo, conectado con nuestra esencia de acompañar a otros en su desarrollo.