Esta es sin duda una de las preguntas más recurrentes en el mundo del coaching.

Cierto es, que la línea que separa el coaching de la psicología es muy fina, y esto se debe a que el coaching tiene influencias de la psicología y concretamente de las diferentes ramas o especialidades que la componen, al igual que también las tiene de otras disciplinas como pueden ser la filosofía, la consultoría, la neurociencia, la inteligencia emocional, las técnicas zen y la PNL.

Para poder dar respuesta de una manera clara y justa sería preciso comparar el coaching con las diferente especialidades o ramas que componen la psicología, ya que cada una pone el foco en una serie de elementos, ideas o conceptos dando como consecuencia un enfoque propio particular de cada una de ellas, y también diferente al resto.

Las influencias en el coaching proceden de las diferentes especialidades, lo que implica que tenga en común cuestiones con cada una de ellas, y esas mismas cuestiones sean las que puedan marcar diferencias con el resto de aquellas.

Lo que sí es importante y para responder concretamente a la pregunta planteada, es que la respuesta que se vaya a dar se dé a partir de una comparativa rigurosa, cauta y sobre todo emitida desde la precaución y el respeto profesional, ya que cualquier rasgo que pueda decirse como característico del coaching y que lo puede hacer similar a una rama o especialidad de la psicología, es, a la vez, la diferencia que pueda existir con otra u otras especialidades. Y al revés también, cualquier diferencia que se pueda apreciar entre el coaching y una especialidad de la psicología concreta, es a su vez, un rasgo común con otra rama existente dentro de la psicología.

Diferencias entre una y otra disciplina

– En psicología, en función de la rama escogida, en la intervención se puede ir al pasado o no. En coaching sin embargo siempre se va desde el presente al futuro, se trabaja presente y se trabaja futuro.

– En psicología en función de la rama escogida se puede hablar de patologías u objetivos, en el coaching siempre se habla de objetivos, no se trabajan patologías. Es decir, hay ramas de la psicología que acompañan en la ayuda a pacientes con patologías, si bien en el coaching no se abordan casos patológicos, sino que se trabajan exclusivamente objetivos, estando en el código ético de la mayoría de las asociaciones (como ICF, Asesco, etc.) y por tanto en los coaches asociados a estas, el deber de proponer al cliente, en caso de que lo planteado sea una patología, que acuda a un profesional de la salud.

–  En psicología en función de la rama escogida se puede hablar de pacientes o de clientes, mientras que en el coaching siempre se van a considerar a las personas acompañadas, como clientes.

–  En psicología en función de la rama escogida puede haber más o menos directividad por parte del psicólogo/a, si bien en el Coaching no hay directividad por parte del coach en el acompañamiento al cliente, siendo un ejercicio totalmente neutral, sin incluir la opinión o el sesgo del propio coach (hasta donde su grado de consciencia le permita).

–  En psicología en función de la rama escogida puede tener más importancia la propuesta de acción al cliente o paciente. En el Coaching la acción por parte del cliente es imprescindible, siendo la parte final de cada sesión el momento en el que el coach acompañará al cliente a que diseñe su propio plan de acción el cuál se revisará en la siguiente sesión.

–  Por último, en la psicología y en función de la rama escogida, dos preguntas que están entre las más frecuentes suelen y pueden ser ¿qué te preocupa? y ¿por qué?

En cambio, en el coaching las dos preguntas más frecuentes son ¿qué objetivo tienes? y ¿para qué?

Y más allá de lo manifestado anteriormente, la mejor respuesta a la pregunta planteada al inicio, la dan los cientos de testimonios de alumnos y alumnas, psicólogos y psicólogas, que se han formado en nuestra formación, el “Curso Internacional Experto en Coaching Personal y Ejecutivo”, y que han podido apreciar tanto las diferencias como las similitudes, desde la teoría y sobre todo desde las múltiples prácticas realizadas durante la misma, sabiendo integrar perfectamente el coaching en su quehacer diario.