Soy Ángela Covas, y soy socia delegada de EFIC en Mallorca. Tengo que reconocer que para llegar a esta rotunda afirmación, no ha sido un camino recto. Formar un grupo, para una formación que en Mallorca no se conocía no ha sido fácil: contactar con todos los participantes, darles a conocer EFIC, resolverles las dudas, cerrar inscripciones. Hemos tardado muchos meses en cerrar la primera promoción, y mientras tanto, yo me preguntaba si estaba en el camino correcto.

Durante el trayecto he tenido un millón de dudas, de si trabajar con EFIC formaba o no parte de mis objetivos vitales, hasta llegar al momento actual, en el cual puedo afirmar rotundamente, sí, soy socia delegada de EFIC en Mallorca, y espero seguir siéndolo durante mucho tiempo. Y sí, trabajar con EFIC forma parte de mis objetivos vitales.

Me formé como coach allá por el 2008, y empecé a tener clientes casi acto seguido, aunque durante años lo compaginé con mi trabajo como consultora de sistemas. En abril del 2013 decidí que había llegado el momento de apostar por una profesión que llevaba llamándome a gritos desde entonces, y desde entonces disfruto de dedicarme en cuerpo y alma a ello. Disfruto todas mis sesiones con mis clientes, aprendo con cada uno, y me llena de orgullo verlos crecer, mejorar y superarse a medida que avanza el proceso.

Pero la formación de Experto Internacional en Coaching Ejecutivo y Personal me ha traido muchas mas satisfacciones de las que yo esperaba, y es que además de ver crecer a las personas, una a una, durante cada uno de los fines de semana que van transcurriendo desde que empezó la formación, ves como van evolucionando como grupo, fluyendo, acoplándose, complementándose un grupo de personas, que hasta hace muy pocos meses no se conocían de nada.

Además de eso, cada fin de semana, viene un profesor distinto. Profesionales que se dedican en su día a día al mundo del coaching, y que tienen la experiencia adquirida de todos los clientes que han pasado por delante de sus ojos. Porque no nos engañemos, aunque aprendas mucho en un curso de coaching, lo maravilloso de esta profesión, es que aprendes día a día, de todas y cada una de las personas con las que trabajas, y los docentes que vienen traen todos su propia maestria a la formación. Y no solo eso, sino que nuestros profesores se han formado en sitios distintos, en formaciones distintas, unos en PNL, otros en eneagrama, uno en España, algunos fuera, por lo cual, todos traen un maletín de herramientas, nuevo, fresco, actualizado, y sobre todo muy, muy, rico.

Como delegada, tengo la inmensa fortuna de poder beneficiarme de todo esto, enriquecerme de todo lo nuevo que me van trayendo, casi hasta la puerta de casa, estos magníficos profesionales, que me sorprenden, todos y cada uno de los fines de semana que está durando la formación, con herramientas nuevas que yo voy incorporando a mi propio conocimiento, a la vez que puedo observar, como mi grupo (y digo mío porque así lo siento), va floreciendo a medida que se va acercando la primavera, como en una especie de baile perfecto, en su propio idioma, un lenguaje que ellos mismos han inventado, convirtiendo esta experiencia, en algo, que creo que ninguno de nosotros podrá olvidar jamás.

Y es que yo, Ángela Covas, siempre he tenido la suerte de atraer la magia a mi alrededor, y esta vez, la magia se llama EFIC.