Imagina, que mañana, te levantas como cada día, que estás cansado, tienes sueño y el día esta gris y lluvioso.

Es un día de tantos, y al poner la televisión, para intentar despertar tu mente, se repite, como el día de la marmota, la misma rutina de siempre.

Crisis, crisis y más crisis, los mismos mediocres de siempre, vestidos de políticos, siguen acaparando portadas, disfrazando sus mentiras de esperanza, como si fuera carnaval.

Las mismas guerras, el mismo hambre, la misma miseria humana, y los mismos responsables de solucionarla, con su “irresponsabilidad” por bandera.

Y tú, te encaminas a un trabajo mediocre, para encontrarte con gente mediocre, a dejar pasar unas horas, mediocremente.

Llueve, y debajo de tu paraguas…. nada, la más absoluta mediocridad y pereza, adornada por el más gris de los días.

Pero, por un momento, Imagina.

Imagina que te invade un pensamiento positivo, que de golpe, te asalta la mente la idea de que quieres luchar, que en el fondo eres fuerte, y que como dijo Ghandi…… “Quieres ser tú el cambio que quieres para el mundo” y esa idea, va tomando cuerpo en tu mente.

Que de golpe, piensas que esa lluvia que cae, en realidad, limpia el ambiente, que huele a frescor, y que esas calles, mojadas, brillan de una manera especial.

Que el mundo, TU mundo, puede ser lo que tu decidas, porque solo TU lo vives.

Que al fin y al cabo, tienes un trabajo, y que ese trabajo te permite tener una vida, y que Hoy, vas a vivirla.

Que ese montón de gente mediocre que vas a encontrarte, son en realidad, los que te permiten distinguir la gente especial, y que a esos, dedicaras tu tiempo.

Que disfrutaras cada minuto, con los que realmente lo merecen, y que nada, conseguirá estropearte tu día.

Imagina que, levantas el paraguas, miras de frente al mundo y su gente, y les sonríes, porque te sientes fuerte.

Pisas fuerte la acera, caminas erguido, hacia tu destino, y piensas en que dedicaras tu tiempo libre, cuando acabe tu jornada.

Decides que tú, decidirás que hacer con él, y lo disfrutaras, como si fuera el último tiempo que te queda.

Imagina que llegas a tu trabajo, respiras hondo, aspiras y expiras TU aire, miras las caras, esas que te desanimaban nada más verlas y piensas…… NO, no vais a estropearme el día, me dais pena pero hoy, no vais a contagiarme porque yo, soy dueño de mi destino.

Porque no importa lo que pase, y solo importa cómo me afecta lo que pase, y hoy, no quiero energía negativa.

Voy a disfrutar de cada minuto, y cuando salga, me dedicare a pasear, y dedicare mi mente, a las cosas que me llenan y me hacen sentir especial, feliz.

Imagina, por un momento que tu…… Eres un Dios para ti mismo, porque solo tú puedes decidir que te afecta y como.

Imagina que ya nada, ni nadie, puede cambiar tu destino…. porque cada minuto, y como lo vives, depende solo de ti.

Imagina, que mañana, cambias de una vez, el rumbo de tu vida…….. Y decides que…. Vale la pena intentarlo!!!!! Porque es tan corta……

” No vemos las cosas como son, las vemos como somos”
– El Talmud

Jordi Llonch
Prof. de la Certificación Excellent en Coaching