En el coaching de equipos, y concretamente en el coaching en estado puro en entornos de equipos, se trabaja con una metodología muy similar a la que se aplica en el coaching individual, existiendo tres fases en la intervención, que realmente equivalen a las utilizadas en el coaching individual:
Primera fase o fase de diagnóstico

El objetivo es vislumbrar cuál es la situación actual del equipo, diagnosticar el estado hoy en día de este, respecto al objetivo planteado a trabajar con el equipo.

¿Cómo se puede hacer ese diagnóstico?

Se puede llevar a cabo bien a través de entrevistas individuales con los miembros del equipo, bien utilizando diversas herramientas que hay en el mercado, de medición y de diagnóstico, especializadas en equipos, y o bien desarrollando un taller con el propio equipo durante una o media jornada, denominado taller de diagnóstico.

El fin último de cualquiera de las opciones planteadas anteriormente, es el de facilitar que el equipo tome conciencia de cuál es su situación actual, y además en el caso del taller de diagnóstico, uno de los propósitos es también filtrar, concretar y alinear el objetivo que desean trabajar y alcanzar a través del proceso de coaching de equipos; en este taller suele surgir también la toma de conciencia respecto a los obstáculos que se van a encontrar para lograrlo.

Segunda fase o fase de intervención

También denominada fase de transformación, en la que se llevan a cabo acciones para favorecer el cambio, la transformación, del equipo.

Esta fase se puede llevar a cabo desde diferentes ópticas o corrientes. Una de ellas se basa en la realización de talleres específicos para mejorar situaciones, o superar obstáculos, que han surgido en la fase de diagnóstico. Por otra parte, también se puede acompañar al equipo en esta fase desde la mirada del “Shadow Coaching” o “Coaching en la Sombra” y que implica el acompañamiento al equipo en su día a día, en directo, en sus acciones cotidianas, normalmente reuniones, e interviniendo cuando se crea preciso siempre en línea con el objetivo planteado.

La tercera fase, y última, es la de cierre o la de evaluación

Se busca contrastar cómo han sido los resultados al final del proceso de coaching de equipos.

Es decir, el objetivo es comparar la situación final con la actual y para ello se puede optar por hacer de nuevo entrevistas individuales, o hacer de nuevo las mismas herramientas de diagnóstico que se pudieron hacer al principio, en la primera etapa, si bien ahora en un momento diferente.