Cambiar es algo que todos queremos, en muchos momento de la vida. El ser humano, por lo general se siente insatisfecho con lo que consigue, cuando esto se vuelve rutinario. Experimentar plenitud es algo muy complicado cuando el enfoque de nuestra vida está en llenarnos de cosas a las que les damos cierto signifcado, en lugar de llenarnos a nosotros mismos. Claramente, ese ‘llenarnos a nosotros mismos’ no es tan fácil de entender o más bien, de desarrollar. Mucho se ha dicho ya acerca de la posibilidad de pararnos en ‘SER-HACER-TENER’… Pero en el mundo en el que vivimos… ¿Realmente esto es posible? ¿Cómo podemos lograrlo? A continuación te dejamos algunas ideas para que puedas experimentar plenitud y crear esos contextos de cambio constante que le agreguen nuevas emociones y experiencias a tu vida.

1. Enfócate en vivir experiencias. La gente se desgasta ahorrando y pagando deudas de carros, casas y otras cosas materiales que al final solo producen emociones pasajeras y en la mayoría de los casos, mucho más cortas que la cantidad de tiempo que dedicas a pagarlas. Vivir enfocado en experimentar cosas nuevas, te saca de ese circuito y te permite descubrir el mundo.

2. Estudia algo nuevo. Estudia algo que te apasione. Algo que te haga que vibrar. Algo que te haga sentir que la vida tiene un nuevo sentido para ti. Si algunas vez soñaste con dedicar tu vida a algo diferente a lo que la dedicas hoy, es importante que tengas claro que eso no se dará si no adquieres nuevos conocimientos. Quizás no viniste al mundo solamente a existir. Pero si no estás dispuesto a prepararte para cumplir tu misión, jamás podrás experimentar plenitud con las cosas que haces.

3. Identifica tu propósito de vida. ¿Si hoy tuvieras todo el dinero que requieres para vivir tranquilo… a qué dedicarías tu vida? Esta es una pregunta que nos ha cambiado a muchos, la manera de pensar nuestra rutina. Finalmente, no podemos escapar de la condición que nos hace ser seres de hábitos y crear rutinas rápidamente. Pero si podemos salir de la sensación de insatisfacción que nos produce hacer cosas que no amamos. ¿Cuál es tu propósito? ¿Qué te haría sentir feliz?

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4. Eleva tu propósito a algo que genere valor en otros Ya que has pensado en lo que quiere realmente tu corazón… Piensa en cómo eso puede agregar valor a la vida de los demás. Ahí quizás esté la escencia de muchas cosas. Cuando vives haciendo mejor la vida de otras personas, tu vida cobra un nuevo sentido. Y hay mil formas de conseguirlo… Quizás lo que más se viene a la mente cuando se dice esto es procesos de voluntariado. Pero también puedes pensar en cómo usar tus talentos para hacer de ellos algo que mejore la vida de los demás e incluso ganar dinero con eso.

5. Nunca dejes de sorprenderte. Los niños son felices porque todo los sorprende. Los adultos son infelices porque nada los sorprende. Revive la capacidad de sorprenderte con los pequeños detalles de la vida y poco a poco verás como eso se manifiesta en grandes regalos para ti.

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